La imagen que acompaña este texto es de Maurits Cornelis Escher, ¿Qué ves primero?
“La terapia gestalt no es un conjunto de técnicas sino la transmisión de una actitud, una forma de estar en la vida”
Claudio Naranjo

El arte de vivir en el aquí y ahora
La terapia Gestalt forma parte de la psicología humanista, esto significa que no trata únicamente trastornos mentales, sino que su objetivo es potenciar el desarrollo de todo nuestro potencial como personas.
El trabajo desde este enfoque es holístico, lo que significa que se trabaja con los tres centros de la persona: el mental, el emocional y el corporal. El trabajo holístico consiste en equilibrar nuestras emociones y sentimientos, con nuestros pensamientos y actos. Si somos responsables y coherentes con éstos, nuestra vida será más satisfactoria.
La terapia Gestalt la desarrollaron el matrimonio Laura y Fritz Perls en los años 50 del siglo XX. Ambos eran psicoanalistas. Después de años de práctica, entraron en crisis con el método psicoanalítico: sintieron que no era suficiente; no veían un progreso en la vida diaria de los pacientes. Así es como desarrollan esta vertiente de la psicoterapia.
Fritz Perls, espíritu inquieto donde los haya, la nutrió de muchas técnicas: bioenergética, psicodrama, teatro, fenomenología, semántica, zen…, convirtiéndola en un trabajo muy práctico con una repercusión directa en nuestro día a día.
La Gestalt tiene muy en cuenta «el aquí y ahora«, es decir se trabajan temas del pasado en el presente ya que es ahora cuando sentimos aún el conflicto. Es una terapia experiencial, se trata de experimentar y darse cuenta en la sesión de aquello que nos provoca malestar y sufrimiento en nuestra vida, para así encontrar unos patrones de conducta y relacionales más saludables.
Gestalt” es un término alemán de difícil traducción, que hace referencia al concepto de “figura y fondo”. En la Gestalt es importante distinguir lo que para cada uno es figura y lo que es fondo. La forma observada tiene siempre su contrapartida en «el fondo». El ser humano se mueve en la percepción de su mundo tan solo desde la forma que le emerge en un momento determinado, no desde la totalidad, «figura y fondo».